Nadie puede ponerse en la piel de una mujer que no puede cumplir su sueño de ser madre. Ni nosotros, médicos y ginecólogos, podemos llegar a sentir la tristeza o frustración que sienten éstas mujeres y parejas. La infertilidad es una enfermedad que, en muchos casos, no se le da la suficiente importancia, pero que requiere de mujeres fuertes y valientes para saber afrontarlo de la mejor manera posible.
Con nuestra ayuda y los avances de la reproducción asistida, mujeres y parejas que por su infertilidad no pueden llegar a quedar embarazadas, tienen más posibilidades de poder cumplir su sueño de ser madres.
Pero hay otras personas, escondidas en el anonimato, que son imprescindibles para que mujeres sin posibilidad de quedar embarazadas logren su sueño.
Son las donantes de óvulos y los donantes de semen. Mujeres y hombres jóvenes que son fundamentales en muchos de los tratamientos de fertilidad, ofreciéndonos a las clínicas de fertilidad la posibilidad de ayudar a otras personas que lo necesitan con su donación de óvulos y semen. La donación de óvulos es un acto altruista y que conlleva una compensación económica para las mujeres donantes.
Pero la donación de óvulos también es un regalo mágico para las receptoras, quienes pueden llegar a ser madres gracias a esas donantes de óvulos.Hace unos días,
una de nuestras pacientes nos entregó una carta para dársela a su donante de óvulos. Una carta que describe la situación por la que pasáis muchas de las mujeres que tenéis que recurrir a la reproducción asistida con donación de óvulos para ser madres. Una carta que nos emocionó muchísimo y que hemos decidido compartir con vosotras:
Carta de una paciente de EasyFIV sobre la donación de óvulos
“He decidido llamarte Hadita. No es porque te imagine pequeña o frágil, es porque creo que eres alguien muy especial capaz de cambiar la vida de muchas personas. Alguien mágico.
No sé cuáles pueden ser los motivos que te han llevado aquí; si será por motivos económicos, altruistas o ambos. Pero quiero darte las gracias, ya que sin ti nosotros no tendríamos ninguna posibilidad de hacer nuestro sueño realidad, nuestro sueño de ser padres.
Cuando buscas información sobre este tratamiento, te das cuenta de que básicamente va dirigido a parejas que han decidido tener hijos en una edad “avanzada”; pero ese no es nuestro caso. Somos una pareja joven que hace años decidieron que querían tener un hijo. Por desgracia yo no puedo y necesito la generosidad de mi hadita.
Están siendo unos años muy duros. El primer año, cada mes nos decíamos “no pasa nada, el mes que viene puede ser nuestro mes”. Los siguientes años han sido peores. Listas de espera interminables, pruebas, citas en distintos hospitales, un ir y venir de sentimientos encontrados y muchas puertas cerradas hasta que llegamos a esta clínica.
Creo que ni yo misma se cuantas días he llorado debido a mi infertilidad, sería más sencillo enumerar los que no lo he hecho. Ojalá con tu ayuda podamos olvidar todo esto, podamos curar esta profunda herida.
Ojalá gracias a ti mi madre se convierta en abuela, mis herman@s en ti@s y nosotros en papá y mamá.
Te escribo éstas palabras porque no es posible que pueda darte las gracias en persona, no puedo abrazarte y decirte lo importante que eres para mí, aunque no sepa ni tu nombre.
Gracias Hadita.”
Después de leer la carta escrita por una de nuestras pacientes, no podemos estar más emocionadas en darnos cuenta de que nuestro trabajo es algo mágico. Una ciencia pensada para ayudar a cumplir los sueños más naturales y profundos de una mujer. Un trabajo que no sería posible sin todas las “haditas”, que deciden donar una pequeña parte de ellas para ayudar a mujeres que lo necesitan.
Gracias a todas las donantes de óvulos y todos los donantes de semen por ayudar a cumplir sueños.