Muchas futuras mamás opinan que es mejor pasar los últimos meses del embarazo en otoño e invierno para evitar las incomodidades del exceso de calor.
Cada estación del año tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Así, por ejemplo, una mujer que tiende a retener líquidos o a tener varices preferirá afrontar la recta final de su embarazo en invierno, mientras que otra con tendencia a resfriarse se decantará por el verano.
Ahora que ya hemos sacado el abrigo y la bufanda de nuestro armario, es hora de saber cuáles son los inconvenientes de un embarazo en la estación más fría del año:
- Mayor riesgo de que nos contagien resfriados, bronquitis o virus como la gripe. De hecho, las mujeres embarazadas son grupo de riesgo de la enfermedad de la gripe, por lo que se recomienda vacunarse como método de prevención.
- La pereza: pese a que salir de casa te cueste más porque hace más frío, recuerda que el ejercicio moderado es tu mejor aliado.
- Incomodidades: los momentos de sofoco serán más llevaderos si te pones un jersey fácil de quitar y otro debajo que te mantenga calentita.
Algunos consejos para el invierno:
- Hidrátate por dentro: si no te apetece beber agua, opta por zumos, caldos calientes o infusiones relajantes.
- Hidrátate por fuera: las bajas temperaturas son muy agresivas con nuestra piel y pueden provocarnos grietas, por eso ahora más que nunca utiliza una buena crema hidratante todos los días.
- Los remedios naturales, tus mejores amigos: teniendo en cuenta que no podrás medicarte, lo mejor es que prevengas y trates tus dolencias con remedios caseros y eficaces. Te proponemos algunos: el jengibre elimina la tos y alivia tu garganta; la miel ayuda a combatir virus y bacterias; y calabaza, brócoli, pimientos rojos y naranjas tienen vitamina C para aliviar los síntomas de los resfriados.
- Días de sol, no te los pierdas: el sol te proporciona vitamina D, así es que en cuanto veas un rayito de sol abrígate, aplícate protección solar y sal a dar un paseo.