Básicamente, el método ROPA implica a las dos mujeres en el proceso de tener un bebé. Una de ellas será la que aporte el material genético femenino con sus óvulos, mientras que la otra será la madre gestante y la que dará a luz al niño a los nueve meses. De modo que las dos futuras madres tienen un papel determinante.
Para ello es necesario llevar a cabo la técnica de Fecundación In Vitro (FIV). La madre biológica se someterá a un tratamiento de estimulación ovárica y se le realizará la correspondiente punción fonicular para poder fecundar sus óvulos en el laboratorio con semen de un donante.
A la madre gestante, que también se habrá tratado con hormonas para preparar su endometrio, se le realizará la transferencia de los mejores embriones y será en su útero donde crecerá el bebé hasta que esté preparado para llegar al mundo. De este modo, ambas mujeres están involucradas durante todo el proceso de tener un hijo. De hecho, la pareja de lesbianas deberá atender a distintas pruebas para que el especialista compruebe que no hay problemas de fertilidad.
En todo caso, aunque son ellas quienes deciden cuál de las dos tendrá un papel u otro, si existe una importante diferencia de edad en la pareja, los doctores recomiendan que sea la más joven quien aporte el óvulo, ya que previsiblemente será de mejor calidad.
Ya es una realidad que dos mujeres unidas por amor también puedan participar e implicarse en el proceso más importante de sus vidas: ser madres.