No son pocas las veces en las que, sin querer, hay gente que mete la pata hasta el fondo cuando pregunta a diestro y siniestro sobre la maternidad: "¿Cuándo pensáis tener hijos? ¿Y con la edad que tienes no te has planteado ser madre? ¡Se te va a pasar el arroz! ¿Es que estás nerviosa y por eso no da resultados? ¿No creéis que ya es hora de que sentéis la cabeza y ampliéis la familia? ¿Vais a ser eternamente dos?". Evidentemente, la inmensa mayoría de las veces no son malintencionadas, pero este tipo de cuestiones pueden herir –y mucho-.
Lo cierto es que hay personas que deciden no experimentar la paternidad o la maternidad por convencimiento, pero hay otras muchas que lo están intentando y no lo consiguen. La naturaleza no siempre pone las cosas fáciles.
Los problemas de fertilidad pueden afectar al estado de ánimo e incluso a la relación de una pareja. Por ello, la prudencia en las conversaciones debería ir por delante. Todavía a día de hoy hay quien está sometiéndose a tratamientos de reproducción asistida y no desea, por motivos distintos, que esa información sea de dominio público.
Si bien cada vez más la inseminación artificial y las técnicas médicas para conseguir un embarazado son menos temas tabú, todavía hay mucho por hacer en este sentido. Desde EasyFIV celebramos que un buen número de personas conocidas hayan levantado la voz, contando su propia experiencia y dotando de normalidad a una situación que, por cierto, es absolutamente habitual en la actualidad.
En todo caso, cuando los deseos de tener un hijo se ven truncados u obstaculizados, el apoyo emocional del entorno cercano es muy reconfortante. Es más, recibir el calor de los seres queridos brinda un añadido intangible que ayuda sobremanera durante los procesos de reproducción asistida. Aquellas preguntas incómodas de las que hablábamos al principio probablemente serán menos hirientes si se amortiguan con el cariño de familiares y amigos.