Los
expertos consideran que una magnífica noticia por la esperanza que
abre a las mujeres jóvenes cuyos ovarios no son capaces de producir
ningún óvulo.
Una
mujer japonesa de 30 años de edad ha conseguido ser madre pese a
padecer “menopausia precoz”. Este éxito clínico se debe al
trabajo de los Investigadores de la Esuela de Medicina de la
Universidad de Stanford (EEUU) y de la Universidad ST. Marianno de
Kawasaki (Japón) que han manifestado su inmensa sartisfacción
porque a partir de ahora la menopausia precoz deje de ser un
obstáculo para concebir un hijo.
Hay que tener un cuenta
que las estimaciones sitúan en aproximadamente el uno por ciento de
las mujeres que tienen problemas de fertilidad por lo que ha venido
en llamar insuficiencia ovárica primaria. Es un grupo de la
población femenina cuyos ovarios dejaron de funcionar y que
prácticamente “no les quedan folículos ováricos” según una
publicación de la revista 'Proceedings
of the National Academy of Sciences'(PNAS).
En
una pequeña parte de la población femenina el funcionamiento de los
ovarios se suspende antes de su tiempo natural por la liberación de
unas proteínas que impiden que los folículos ováricos evolucionen
y alcancen el grado de madurez suficiente para producir óvulos.
Para evitar este proceso, un grupo de científicos
japoneses liderados por Kawamura, puso en práctica una novedosa
técnica que ya había sido descrito teóricamente por miembros de la
Universidad de Stanford.
La puesta en práctica consistió en
la selección de 27 mujeres, con una edad media de 37 años y que
padecían de menopausia precoz desde una antigüedad de (por término
medio) unos 6,8 años antes.
En, primer lugar, por medio
de una laparoscopia, fueron extraídos los ovarios de las mujeres
participantes en el estudio. En el laboratorio, posteriormente, se
fragmentaron mecánicamente y fueron tratados con unas fármacos
específicos para anular el mecanismo culpable de la no evolución de
los folículos ováricos.
Mediante una segunda
laparoscopia se introdujo en las Trompas de Falopio el ya manipulado
material ovárico y, semanalmente, las mujeres fueron controladas con
ecografías y analíticas para medir los niveles de una hormona que
detecta el crecimiento del folículo. Un crecimiento que se observó
en ocho de las participantes a las que, además, se les estimuló la
ovulación. Cinco mujeres desarrollaron óvulos maduros para llevar a
cabo la Fecundación In Vitro y, como es normal en cualquier otro
procedimiento, los óvulos fueron fecundados con esperma y los
embriones se congelaron para posteriormente ser transferidos al
útero. Una de las mujeres está embarazada y otra ya ha dado a luz.
Desde
EasyFIV,
valoramos positivamente y nos felicitamos por estos avances aunque,
como siempre decimos, deben ser observado con el filtro de la
prudencia pues son todavía necesarios más estudios y con una
muestra más numerosa de mujeres.