¿Puedo practicar sexo durante el embarazo?

Cuando se está esperando la llegada de un nuevo miembro en la familia muchas parejas dudan de la conveniencia o no de mantener relaciones sexuales mientras la mujer está embarazada. Lo cierto es que, siempre y cuando no se trate de un embarazo de riesgo, el sexo no es perjudicial ¡al contrario!

Para empezar, más allá de cuestiones puramente físicas, algunas futuras madres tienen la impresión de que ya no son atractivas, dados los cambios que inevitablemente experimenta el cuerpo de la mujer. Sentirse deseadas por su pareja ayuda a tumbar esa falsa creencia y, por lo tanto, a subir la autoestima.

Por otro lado, un buen número de embarazadas asegura que, especialmente durante el segundo trimestre, perciben un aumento de la libido. ¿Por qué no satisfacer ese deseo? Además, el sexo es un buen aliado para acorralar el estrés. Durante el orgasmo se liberan endorfinas que, no sólo alivian las tensiones, sino también mejora el humor. Se trata de un antidepresivo natural y, por su puesto, placentero.

Uno de los mayores temores que atormenta a los futuros padres es dañar al bebé. Pero lo cierto es que el sexo no lastima al niño, ya que está protegido por el líquido amniótico que le rodea en el útero.

Con las relaciones sexuales los músculos vaginales empiezan a preparase para el momento más importante: el parto, cuando tendrán lugar las contracciones y la dilatación.

La cuestión clave pasa por adoptar posiciones que sean cómodas para las dos personas y disfrutar de los momentos de intimidad con la pareja mientras se espera el día más destacado de la vida alguien, que no es otro que aquel en el que se convierte en padre o madre.